Los hermanos capitulares han realizado balance de la actividad marista y han reflexionado sobre “lo que nos da vida” y “lo que hay que dejar ir” para el futuro

     La segunda sesión del VI Capítulo Provincial, primer día completo de trabajo en la Residencia Marista de Guardamar del Segura, ha comenzado con un doble momento de oración -personal y comunitaria- en la que se ha meditado sobre el valor de recuperar la mística y la dimensión profética y que, a su vez, ha servido para preparar una jornada que ha estado marcada por un primer bloque de repaso y análisis de informes de diversas áreas de Maristas Mediterránea y un segundo bloque con dinámicas de reflexión personal y grupal para descubrir, soñar y diseñar las prioridades y proyectos que serán sugeridos al próximo Consejo Provincial.

     “Transfórmanos, Jesús, y envíanos”. Con esta premisa inicial se ha dado paso al balance de la actividad marista mencionado, el cual ha comenzado con el Informe que ha expuesto el Hermano Provincial, Juan Carlos Fuertes, sobre la vida de los Hermanos y las Comunidades de Maristas Mediterránea. Se ha tratado de una recopilación, en vídeo e imágenes, de instantes de la vida fraternal y de la multiplicidad de sus actividades y proyectos llevados adelante durante el último trienio. Además, se ha hecho un recorrido por los datos estadísticos de este colectivo en la Provincia -169 hermanos actualmente- con lo que resaltar los elementos que más aportan al devenir de Maristas Mediterránea y plantear una pregunta a la vista del escenario: “ante todo esto, ¿cómo ponernos a la escucha de la realidad? Para ello, se ha analizado un DAFO de las comunidades para identificar las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades que tenemos en este ámbito.

     Entre las cuestiones que preocupan, los capitulares han señalado la falta de comunicación y liderazgo compartido, un marcado individualismo, la necesidad de una mayor disponibilidad y generosidad para ir donde se necesite, la baja implicación en la pastoral vocacional, la poca presencia en los Grupos de Vida Cristiana (GVX), la poca visibilidad de su vida consagrada, la superficialidad en sus relaciones personales, el envejecimiento progresivo, el poco cultivo de la espiritualidad y la demanda de mayor formación.

     Como fortalezas se han determinado el sentido de lo que son y hacen los hermanos, la oración comunitaria, la apertura de las comunidades a jóvenes y laicos, el proyecto común como herramienta de motivación y crecimiento, el entusiasmo por la misión, la atención a hermanos mayores y enfermos, la acogida y la hospitalidad, la vivencia de la propia vocación, su participación en la formación conjunta y su colaboración en acciones solidarias.

     “Desde esta realidad… ¿cómo ofrecer lo mejor de nosotros mismos?” ha comentado Juan Carlos Fuertes, quien a continuación ha repasado las prioridades que se habían establecido para el periodo 2016-2019 y que pasaban por el cuidado de las personas, la atención de los hermanos y comunidades, la dedicación a las periferias, el cultivo de la pastoral vocacional marista y el trabajo de apertura y comunión.

          En definitiva, y a modo de resumen, se han lanzado las últimas preguntas de esta fase: “¿cómo convertir nuestras comunidades en gesto profético? ¿qué podemos ‘exagerar’?” Y se ha reflexionado en grupo sobre ello, planteando el futuro de las comunidades para 2020 en función de unos criterios que pasan por la animación carismática centrándose en la vitalidad y la acogida de las comunidades, en el compromiso de los hermanos, en la diversidad para reforzar los proyectos que supongan germen de vida y por el acompañamiento de esta gran familia que somos los Maristas de Champagnat.

     El siguiente Informe abordado ha sido el económico, que ha corrido a cargo del Administrador Provincial, el Hermano Juan Ignacio Poyatos, quien ha presentado y reconocido la labor de las diferentes personas encargadas de las cuestiones económicas en Maristas Mediterránea, además de explicar la propia actividad económica en los últimos años: inversiones financieras, datos presupuestarios, aportación a las obras sociales de la provincia, algunas incidencias en la cartera de inversiones y la situación patrimonial actual de la Provincia, así como tantos los beneficios de las actividades económicas como las ayudas dedicadas a apartados tan diversos como las obras sociales, las becas escolares, los donativos, las aportaciones al Distrito de África del Oeste, otras ayudas, etc.

          El análisis de la situación por parte del Administrador Provincial ha sido completo, reconociendo los aspectos de mayor preocupación (como la rentabilización de inmuebles en desuso, el déficit económico de obras no educativas, la motivación de algunas familias en la aportación voluntaria o la definición de tareas entre el equipo económico) y valorando los de mayor satisfacción (como la buena salud económica general de Maristas Mediterránea, el magnífico equipo profesional, el cumplimiento del plan estratégico, la integración de las obras sociales en la gestión económica provincial; el crecimiento del Distrito de África del Oeste, la profesionalización del puesto de administrador en los centros o la auditoría de las cuentas provinciales).

     El balance de actividad se ha completado con el Informe de la Asamblea Provincial celebrada recientemente. El encargado de exponerla ha sido el Hermano Javier Gragera, que ha presentado los tres grandes grupos de propuestas que surgieron de la misma: Evange-liar, Maristas de Champagnat y Diversidad; así como los cinco grandes temas que se fijaron como prioritarios y que fueron la Solidaridad y la Inmigración; las Comunidades Maristas; la Vocación Marista; la Animación Colegial y Provincial y, de nuevo, la Diversidad.

     La importancia de sintonía en esta hoja de ruta ha hecho que se reserve un buen tiempo de reflexión sobre el documento, de varias páginas, con las conclusiones de la Asamblea Provincial. Tal información ha sido entregada a todos los capitulares y se ha producido un enriquecedor diálogo en grupo y una posterior puesta en común que ha tenido como conclusión el que se apoye por parte del Capítulo, por mayoría absoluta de los asistentes, el camino marcado por la Asamblea Provincial. Así pues, desde este encuentro se han asumido por completo las tres líneas de actuación citadas: Evange-liar, Maristas de Champagnat y Diversidad, lo que invita a todas las personas que integramos Maristas Mediterránea a remar en esa misma dirección.

     El siguiente gran bloque del día ha girado en torno al trabajo, como Capítulo, para discernir a través de la reflexión personal, el diálogo por parejas y el trabajo en grupo. Todo ello se ha producido en varios momentos de la tarde, en busca de respuestas para, por un lado, “descubrir lo esencial, lo que nos da vida” y, por otro, “identificar qué debemos dejar ir, lo que nos sobra para poder avanzar”. Ambos interrogantes han sido presentados por Juan Carlos Fuertes y las dinámicas posteriores coordinadas por hermanos como Aureliano García y Chano Guzmán, que han vehiculado la participación de los capitulares antes y después del almuerzo.

      Tras una oración mariana, dirigida por los hermanos de la Comisión Preparatoria, ha tenido lugar la puesta en común de las palabras que reflejan la reflexión de los grupos sobre “qué nos da vida”; y algunos de los elementos aparecidos -entre los tres que tenían que elegir cada hermano- han sido la apertura, la fraternidad, el mirar al futuro con optimismo, la presencia, la cercanía, el contagiar el sentido de la vida, la comunidad acogedora, el compartir vida, las experiencias de contacto con las personas necesitados… Todo esto ayuda a progresar en el propio itinerario establecido para completar este VI Capítulo Provincial.

     Junto a ello, y acto seguido, ha sido el turno de la puesta en común de los grupos sobre “qué debemos dejar ir”; y entre las cosas que se han indicado se repiten términos como miedos, comodidad, estructuras caducas, individualismo, seguridades, crítica destructiva… Todo lo cual contribuye a facilitar los siguientes pasos del Capítulo, ya que, para soñar en nuevos proyectos, habiendo visto qué nos da vida, es fundamental saber qué elementos debemos abandonar en nuestra vida como Provincia Marista para crecer en la línea que los Capítulos Generales nos han ido indicando.

     La última parte de la jornada ha avanzado hacia la siguiente estación de este Capítulo, que no es otra que la de “soñar, el de las llamadas a hacer y a ser”. Este tiempo para soñar ha empezado con un trabajo personal para visualizar Maristas Mediterránea en 2025. “¿Qué estará sucediendo en nuestra Provincia en ese momento? ¿Qué ves que sea diferente a lo que hoy vives? ¿Qué innovación te atrae?”. La contestación a estas preguntas se ha intentado plasmar en un dibujo y tres palabras o ideas que ayuden a vislumbrar cómo queremos que sea Maristas Mediterránea dentro de seis años.

          Con la expectación que genera este punto del programa del VI Capítulo Provincial concluimos la segunda jornada. Ojalá los hermanos tengan dulces -y sobre todo interesantes, atractivos y retadores- sueños para invitarnos a seguir construyendo una gran provincia marista, siempre fiel reflejo de los deseos de Marcelino Champagnat y, cómo no, al estilo de María.