Unos 130 jóvenes de Bachillerato de colegios maristas han pasado un fin de semana en nuestras sedes de Jaén y Bonanza ‘soñando’ su futuro

La parcela y las personas de Pastoral de Maristas en nuestra Provincia han arrancado el 2020 con fuerza y están ‘animando’ el mes de enero con múltiples actividades a nivel local y provincial. En esta línea, una de las primeras que se ha llevado a cabo ha sido la Convivencia Vocacional que, durante un fin de semana completo, se ha desarrollado en los colegios maristas Santa María de la Capilla (Jaén) y Nuestra Señora de los Reyes (Sanlúcar de Barrameda, Bonanza).

Cerca de 150 personas en total se han dado cita en estas sedes escolares, la mayoría 130 chicos y chicas de Marcha 3 (M3) y Marcha 4 (M4) de los Grupos de Vida Cristiana (GVX) (Bachillerato), En concreto, en Maristas Bonanza fueron algo menos de 70 personas -entre jóvenes y catequistas- y en Maristas Jaén algo más de 70 incluidos -en ambos casos- integrantes del Equipo Provincial de Pastoral y Hermanos como el H Fernando Hinojal, el H. Rafa Hinojosa o el H. Benito Hinojal, entre otros.

Esta convivencia, que se ha realizado en plena campaña de las Semanas Vocacionales que se celebran en todas nuestras obras educativas, ha sido muy reconfortante e ilusionante porque se ha tratado de un fin de semana en el que l@s jóvenes buscan sus SUEÑOS a través de lo que Dios soñó para cada un@, descubriendo los TALENTOS que Él ha puesto en ell@s (y nosotr@s), aprendiendo a ponerlos al servicio de los demás, del mundo, y todo en Comunidad para la construcción de un futuro mejor, del Reino de Dios.

Así pues, tal y como explican los organizadores de esta iniciativa, estas decenas de jóvenes “han disfrutado, compartido y vivido un finde en Jaén y en Bonanza en el que han aprendido, reflexionado, crecido y se han orientado. Sus actuaciones y tod@s ell@s en sí son un puro espectáculo”. Ahora, toca mostrarse, dar la cara y entregarse en las ciudades de donde provienen. En ambas sedes y en las reuniones mantenidas el ‘grito de guerra’ ha sido el mismo: ¡¡ Que empiece el maravilloso SHOW de la Vida!!!!

Los objetivos de esta Convivencia Vocacional se sitúan, por tanto, en esta misma línea y, entre los puntos que se trabajaron, están los siguientes:

  • Ahondar en nuestros sueños: ¿son sueños que nos dejan “dormidos” o, por el contrario, “nos mantienen despiertos”?
  • Ser conscientes de nuestros talentos, de cómo el Espíritu se manifiesta en mí, y descubrirnos cristianos con grandes talentos que hay que mostrar (show) aunque provoquen rechazo, miedos, críticas, etc.
  • Aprender a movernos en la tensión de nuestra vida: siempre hay más de una opción, y no todas hablan de Reino, de Evangelio, de Plenitud y de Sentido.
  • Reír un poco (¡no viene nada mal!). No me puedo esconder: hoy soy “la sonrisa de Dios”.
  • Añadir a mi proyecto de año, a mis propósitos para Bachillerato, todas las conclusiones de esta convivencia.

Tal y como han explicado los catequistas y coordinadores, el viernes se trabajaron los SUEÑOS, de cuando éramos niños y, ahora, que ya somos ‘adultos’, cómo han ido cambiando nuestra percepción de ellos, si seguimos durmiendo o vamos despertando…y sobre todo cuál es el sueño que tiene Dios para cada uno de nosotr@s.

El sábado se profundizó sobre los TALENTOS, esas ‘cosas maravillosas’ que Dios regala y pone en nuestro interior, la mejor versión de cada uno, la cual debemos hacer crecer, compartir, para construir el Reino de Dios. En este sentido, se ha planteado también el camino hacia el futuro porque los jóvenes tienen dos opciones: o se quedan parados, cómodos; o se muestran (aparece el SHOW), dan la cara, se arriesgan.

Y, por último, el domingo, se sintieron testigos y herederos del proyecto de Dios, y se invitó a todos los presentes a seguir a Jesús y cumplir nuestros sueños que hablan de solidaridad, de entrega, de servicio, de alegría en nuestras ciudades. Todo ello para acabar repitiendo ese lema que ha presidido el fin de semana: “¡que empiece el show de la vida!”. Sin embargo, esta animación y orientación vocacional tiene un matiz en su esencia, puesto que, en una sociedad donde se promueve la búsqueda del éxito personal (con una connotación de destacar por encima de los demás, tema estudios y trabajo…) en GVX se le da la vuelta a las vocacionales y se persigue lo mejor de uno mismo y desde los dones superarnos y hacerlo junto a los demás. Por tanto, podría decirse que se trata de ‘una vocación distinta’, una vocación… marista.