Las ciudades maristas de Alicante, Jaén y Sevilla han acogido los primeros encuentros para trabajar la materia de la vocación en la institución

     El mes de octubre ha estado repleto de formación en el ámbito de la Provincia Marista Mediterránea y, entre todas las propuestas, en esta noticia destacamos una que se ha producido, simultáneamente, en las ciudades maristas de Alicante, Jaén y Sevilla. Así, durante el fin de semana del 21 y 22 de octubre han tenido lugar los primeros encuentros de formación conjunta de Hermanos y Laicos Maristas. Se trata de la primera de las tres citas prevista en el presente curso académico para esta enseñanza común, la cual está organizada por los equipos Hermanos Hoy, Pastoral y Secretariado de Laicos.

     En total han sido más de 150 personas entre las tres sedes de estas jornadas que, todos los participantes, han coincidido en señalar como “muy enriquecedoras y con una gran diversidad de pensamientos y acciones que se han compartido y aprovechado todo lo posible”. De hecho, esta formación conjunta ha contado con un trabajo previo que los asistentes han ido desarrollando para llegar a la reunión ‘con las tareas hechas’ y que el programa fuese muy dinámico.

     El tema central que se ha trabajado ha sido el de la Vocación, materia sobre la que se ha reflexionado, en torno a la cual hubo una charla motivadora y también se reservó espacio para compartir pareceres en grupo, debatir sobre este asunto por parejas y, finalmente, dedicar tiempo a la oración en comunidad. Todo ello, teniendo en cuenta también la VIDA con mayúsculas y las situaciones personales de cada una de las personas que han formado parte de este encuentro.

     Según explican ponentes de estas jornadas como Juan Urban o Pablo García Valdecasas, se trata de un espacio “in”, una zona en la que “voy conociendo cada vez más a esa persona que soy realmente y, a medida que me voy conociendo, voy ganando espacios de libertad y me acerco más a Dios”; también que “cuando me paro, surge una pregunta de naturaleza distinta: ¿para qué vivo? ¿qué sentido tiene mi vida?” y, además, que “vivir la vocación como marista es ponernos tras la Buena Madre y mirar mi vida, el mundo y mi misión con los ojos de María”.

     Tal y como explica, el Hermano Ventura, “esperamos que este día compartido nos impulse a ir al exterior renovados”, mostrándose los participantes agradecidos por tanta vida y el esfuerzo en la participación y compartir de todos. Este trabajo continuará en las dos próximas reuniones de Hermanos y Laicos, a la vez que, durante en el intervalo entre ambas, se van recibiendo documentos para trabajar en las líneas marcadas y dedicar tiempo también a la reflexión personal en esta parcela.