Nuevo encuentro de formación en la Provincia Mediterránea para lograr caminar como una familia global inspirados en el XXII Capítulo General

Las ciudades de Sevilla, Jaén y Alicante han acogido recientemente una nueva jornada de formación conjunta entre Hermanos y Laicos Maristas cuyo objetivo principal es el de que llegar a formar un auténtico “cuerpo global” con el que seguir avanzando como maristas en el camino de la fe cristiana.

     Se trata del segundo encuentro en lo que va de curso con la intención de profundizar en la identidad como Maristas de Champagnat y teniendo como referencia todo lo vivido en el XXII Capítulo General celebrado en Colombia y, según el cual, el nuevo comienzo ya ha empezado y toca, a hermanos y laicos, “caminar juntos como familia global” y proyectar un futuro compartido.

     Los Hermanos Aureliano García, Manuel Jorques y Juan Miguel Anaya, los tres participantes en el citado Capítulo General de Maristas, fueron los encargados de conducir la actividad en las tres sedes en las que ha tenido lugar esta formación conjunta, la cual comenzó con la puesta en presencia de Dios y siguió con la escucha de la canción ‘Los sueños viven en ti’, todo ello para propiciar el diálogo entre todos los asistentes en torno a ese mensaje de ilusión y de nuevo comienzo que vive y transmite la institución.

     Inspirados en el Capítulo, la jornada profundizaba en la idea de que Dios nos pide salir de un país viejo y entrar en un nuevo país y sus correspondientes preguntas sobre ¿cuáles son las características del viejo país que tú conoces? y ¿qué signos del nuevo país encuentras en ti y a tu alrededor? En torno a tales preguntas se compartió durante todo el encuentro.

     Tal y como explican los animadores del encuentro, se trata de trabajar en comunidad y apresurarnos a aceptar la invitación de Jesús de ir por todo el mundo, predicar el Evangelio a todas las personas, superando cualquier distancia para encontrar, juntos hermanos y laicos, el sentido de la Iglesia verdadera.

     Unas 150 personas han asistido a esta segunda sesión cuya propuesta como Maristas de Champagnat y familia global sostiene un cambio de paradigmas que tocan el carisma, la vocación laical, la vocación de hermano y las formas de comunión. De hecho, según los participantes, con el testimonio comunitario afirmamos que la fe en Jesucristo nos llegó a través de la comunidad eclesial y ella nos da una familia, la familia universal de Dios. Recorrer el itinerario vocacional laical marista en comunidad es una manera de liberarse del aislamiento del yo y vivir la comunión.

     “El camino vocacional del laicado marista permite ahondar la comunión laicos-hermanos. Esta comunión supone compartir el mismo seguimiento a Jesús, la misma radicalidad del Evangelio, la misma fe, el mismo bautismo, el mismo carisma. La comunión se convierte en complementariedad vocacional, en enriquecimiento mutuo y en búsqueda conjunta de una mayor vitalidad del carisma para el mundo de hoy”, han añadido.

     Se trata, por tanto, de una comunión construida de muchas maneras y, en estos encuentros en concreto, desde espacios formativos comunes, los cuales contribuyen al discernimiento vocacional, que sirven como vía de acompañamiento personal y de experiencias comunitarias, ayudan a compartir prácticas misioneras y de formación inicial y permanente.

     «Al realizar procesos formativos conjuntamente queremos expresar que, laicos y hermanos, nos estamos sintiendo necesitados recíprocamente para recrear nuestra identidad marista común y nuestras identidades específicas”, ha completado el H. Ventura Pérez. Según los Hermanos participantes, estos espacios comunes de formación hacen posible un mismo proceso de crecimiento en la fe y un proyecto misionero común, ayudan a trabajar en equipo y como familia espiritual, fortalecen la vocación carismática común y hacen crecer todas las potencialidades del carisma, que desbordan a cada grupo.

     En definitiva, esta jornada formativa ha servido para compartir en torno a las llamadas del XXII Capítulo General, sobre todo en torno a la familia carismática global, faro de esperanza en este mundo. Así, uno de los retos es construir hogares de luz como Maristas de Champagnat, implicándonos con pasión en la creación de un estilo de vida de familia abierto a todos.