“Maristas Space Balloon” es el nombre del proyecto científico en el que han trabajado los alumnos de 4º de la ESO durante este curso, y cuyo principal objetivo era el lanzamiento de un globo de helio que alcanzara una altura aproximada de 30 Km, más del triple de la altitud a la que llegan los vuelos comerciales.

Este globo va unido a una caja-sonda en la que, entre otros dispositivos, hay una cámara que graba todo el vuelo del globo, mostrando imágenes de la estratosfera en las que se puede observar la curvatura de la tierra y el límite con el espacio. Debido al descenso de la presión a esta altura, el globo aumenta su volumen hasta que no puede soportar la tensión y explota. En ese momento la sonda empieza a caer y cuando la atmósfera es suficientemente densa, se abre un paracaídas que frena el descenso hasta que todo el equipo llega de nuevo a la superficie. La sonda se puede recoger gracias a que va equipada con un dispositivo GPS que facilita su posición.

Se ha tratado sin duda de un proyecto apasionante y complejo a la vez, en el que los alumnos han tenido que trabajar y estudiar diferentes campos científicos: física de la atmósfera, localización por GPS, diseño de sensores con microprocesadores, etc. Conocimientos que finalmente tuvieron que poner en práctica diseñando la caja-sonda, realizando simulaciones, calculando la posible trayectoria del globo, etc. Además, a la caja-sonda se añadió un “minion” caracterizado de San Marcelino Champagnat, y que iba ser testigo presencial de todo el vuelo.

El lanzamiento del globo, que se llevó a cabo desde Utiel, fue muy emocionante para todos los alumnos y profesores que allí asistieron, ya que veían cómo todo su trabajo se materializaba en algo real. El lanzamiento fue un éxito, pero todavía quedaba la parte más difícil y que más incertidumbre generaba a quienes habíamos participado en el proyecto: la recuperación de la caja-sonda.

La predicción calculada para la trayectoria del globo no falló, y a las dos horas del lanzamiento se empezaron a recibir los mensajes del GPS y se pudo recuperar la caja sin demasiadas dificultades. La alegría fue inmensa y el objetivo estaba cumplido, ya que se comprobó que el globo había alcanzado nada menos que 30253m. Pero la alegría fue todavía mucho mayor al visualizar las imágenes grabadas por la cámara y comprobar que eran mucho más espectaculares de lo que nunca hubiéramos imaginado.

Ha sido sin duda, una experiencia con un alto valor educativo en la que los alumnos han disfrutado y aprendido, y que difícilmente olvidarán.

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