Nos encontramos dentro de la semana vocacional marista y por ello las oraciones de esta semana las haremos en clave vocacional.

Comenzamos nuestra oración En el nombre del Padre…

A continuación vemos este vídeo que corresponde a una canción de la película de Tarzán. Nos puede dar algunas pistas acerca de cómo vivir esta semana.

Reflexión:

Con el tiempo todo llegará, pero llegará si desde el día que hoy comienza, buscamos respuestas. Volvemos a leer la letra de la canción y comentamos en voz alta algunos aspectos que nos llamen la atención.

 

En la fuerza está el poder
y en el sabio está el sabor
con el tiempo todo llegará

En el día que hoy comienza
mil respuestas buscarás
subirás a la montaña
la cima alcanzará

Hijo de hombre, busca y ve
que tu alma libre esté
orgulloso un día estarás
hijo de hombre,
un hombre un día serás

No hay nadie que te guie
ni la mano que te dé
mas con fe y entendimiento
en un hombre te convertirás

Hijo de hombre ,busca y ve
que tu alma libre esté
orgulloso un día estarás
hijo de hombre,
un hombre un día serás

Aprende a enseñar
y enseñando aprenderás,
tu vida está
con quien tú amas más

Y todo lo que sueñas
en tu imaginación
aquí está ese momento
realiza tu ilusión

Hijo de hombre, busca y ve
que tu alma libre esté
orgulloso un día estarás
hijo de hombre,
un hombre un día serás

hombre es,
hombre es,
un hombre adorado es

 

Champagnat…

 

Marcelino, al igual que cada uno de nosotros también tiene que buscar y encontrar su vocación. Cuando era joven entró en el seminario a pesar de sus dificultades con los estudios y una vez dentro tuvo que continuar superando dificultades y buscando el camino al que Dios le llamaba.

Sus comienzos en el Seminario Menor de Verrières se le hicieron muy duros.  “Sus compañeros se burlaban de él por su timidez, por su corpachón y por su aire pueblerino y montañés. Era el mayor y el último de la clase”. Además, finalizado el primer curso, tuvo que volver a escuchar la ya conocida y frustrante sentencia dirigida a su madre y pronunciada, en este caso, por el superior del seminario: “su hijo no es apto para seguir la carrera eclesiástica”.

Pese a aquella evaluación, Marcelino Champagnat, siendo plenamente consciente de sus limitaciones, decide continuar sus estudios.

Durante el curso 1807-1808, sintiendo la necesidad de integrarse socialmente en el seminario, decide unirse a un grupo de compañeros, conocidos como la “banda alegre”, que se dedicaban a armar jaleo dentro y fuera de las clases, circunstancia que, unida a sus dificultades para el aprendizaje, provocó que su situación académica fuese aún más crítica. Concretamente, en uno de sus boletines de notas de aquella época se lee:  “conducta mediocre”.

Ante aquella situación, don Antonio Linossier, jefe de estudios del seminario y profesor muy apreciado por los alumnos, habla con Marcelino para que tome conciencia de que debe cambiar de actitud, cosa que Marcelino aceptó, comprometiéndose a hacerlo.

A partir de aquel momento, en efecto, su actitud cambió profundamente: empezó a dedicar muchas horas al estudio, mejoró su comportamiento, comenzó a superar sus dificultades y, en 1812, consiguió concluir, satisfactoriamente, sus estudios en el seminario menor.

Oración (todos juntos)

Santa María, Tú que pasaste por este mundo desprendiendo el aroma inconfundible del Amor

(¿o ustedes no saben todavía a que huele el amor?)…,

préstame tu nariz para conservar la fragancia de las cosas hechas con Amor

y evitar así que los malos olores de la indiferencia y de la intolerancia

se impregnen en mi vida y en mi corazón.