El 14 de marzo se decretó en España esta medida extraordinaria para frenar los efectos de la pandemia del COVID-19 entre la población. Una situación extrema que, desde Maristas, recordamos a la vez que reconocemos la labor de tantas y tantas personas volcadas en preservar nuestra salud… y también nuestra educación

Hace justo dos años amanecíamos con una situación de confinamiento inaudita y con el inmenso reto por delante de continuar con nuestra actividad educativa mientras nuestra sociedad se veía asolada por una pandemia mundial provocada por el virus COVID-19. Desde Maristas Mediterránea aplicamos, con responsabilidad, todas las medidas y recomendaciones adoptadas por las autoridades sanitarias y educativas. Junto a ellas, establecimos decisiones preventivas propias para proteger nuestras obras educativas y acciones reactivas originales para mantener el proceso de enseñanza-aprendizaje pese a que tuvo que realizarse una suspensión temporal de la actividad en los centros educativos.

El escenario general era muy incierto y la eficacia de las medidas toda una incógnita. Y, ante ese panorama, la respuesta de nuestra gran comunidad educativa fue excepcional. En primer lugar, el alumnado, que mostró toda su disposición para la organización virtual de las clases, tutorías, etc. En segundo lugar, las familias, que fueron claves con su colaboración para el éxito de las iniciativas maristas. Y, en tercer lugar, nuestro personal docente, de administración y servicios, también Hermanos, equipos provinciales, colaboradores… que se volcaron todos al 200%, sin escatimar en horas y recursos de preparación y dedicación ante este gran reto.

Gracias a todo ello, se continuó con la atención al alumnado a través de clases online adaptadas a los distintos niveles; se prepararon materiales a las circunstancias; se adecuaron programaciones didácticas al entorno digital; se enviaron actividades educativas y pastorales para realizar en los domicilios; se compartieron criterios de recepción y calificación de los trabajos o ejercicios; se prestó especial atención a los estudiantes susceptibles de presentarse a pruebas de Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU); se siguió cubriendo la atención a la diversidad a través de canales virtuales; se implementó la acción tutorial a familias y alumnado mediante ‘Ágora’  y otras herramientas digitales; se promovió, de forma general, el sistema de teletrabajo compatibilizando las tareas propias con las actividades de enseñanza propuestas por cada equipo directivo; se gestionó el cumplimiento de las instrucciones recibidas por parte de las empresas de servicios y clubes deportivos; se impulsó la iniciativa ‘En casa y Orienta2’; se dieron consejos de organización, trabajo, descanso, familia; se puso en marcha un Cine Fórum Marista; se plantearon actividades alternativas no presenciales para la pastoral juvenil marista (GVX y Scouts); se puso a disposición de todas las plantillas el servicio de Recursos Humanos para atender las incidencias que se produjeron en materia laboral; se potenció el uso de Microsoft Teams como canal de conexión rápido, fiable, operativo y seguro; se confeccionó material higiénico-sanitario para hospitales y residencias a través de la ONGD SED y la Fundación Marcelino Champagnat; se elaboraron todas las comunicaciones necesarias para informar, explicar, orientar, etc.

Y, lo más importante, todo ello se hizo con el objetivo último y esencial de atender, animar y acompañar a todas esas personas de nuestro ámbito que intentaban afrontar, de la mejor manera posible, la extrema situación provocada por la pandemia del coronavirus. Con mensajes de que todo iba a ir bien; de que Maristas Te Cuida. Nuestra institución apoyaba a la gran familia marista con todos los recursos -técnicos, educativos y humanos- a nuestro alcance. Para que nadie se siente solo en esos complicados momentos… contribuyendo a la difusión de las recomendaciones de quedarse en casa y transmitiendo nuestro compromiso de cuidar a las personas.

Fue un reto excepcional, único e histórico, y al que, de tener que ponerle nota, sería de sobresaliente para cada uno de los alumnos, familias, educadores, hermanos, personal médico, de administración y servicios, de limpieza, voluntarios, colaboradores… que pusieron su granito de arena para superar esta dura situación. Gracias a todos. Durante la pandemia, Maristas concienció, colaboró, educó, acompañó, cuidó… y fue gracias a la entrega y el compromiso de cada uno de vosotros. Y de los que ya no están. Seguimos adelante. Con ilusión, con esperanza, con fe.