Los hermanos capitulares eligen al máximo órgano de representación de la Provincia a la vez que perfilan las prioridades de Maristas Mediterránea

     El VI Capítulo Provincial ha superado hoy el ecuador de su celebración siguiendo con una intensa actividad en las instalaciones de la Residencia Marista de Guardamar del Segura (Alicante), la cual ha comenzado, como es costumbre, con el tiempo reservado tanto para la oración personal -en una de las capillas- como para la oración compartida en el salón principal. En este arranque, el Hermano Aureliano, coordinador de la Comisión Central, ha motivado la jornada explicando las dinámicas de reflexión que tenían por delante y la fase de elección de los miembros del Consejo Provincial y del Administrador Provincial que se llevarían a cabo en el tramo final del día.

     La sesión matutina ha servido como continuación a la actividad del día anterior, en la que los distintos equipos han presentado el trabajo en grupo realizado. A través de un par de representantes, cada conjunto ha mostrado al resto del auditorio los símbolos, las ideas, los mensajes y/o las imágenes que han propuesto como inspiradoras para recoger las prioridades que tienen intención de ofrecer al próximo Consejo Provincial.

     Tras su planteamiento, todas las iniciativas han sido expuestas en paneles, dando paso a un tiempo de estudio y valoración para proceder, seguidamente, a ser votadas. El bloque de comunidades (abiertas, fraternas, plurales, acogedoras, inspiradoras); el de los procesos vocacionales y la diversidad de vinculaciones y compromisos laicales; la disponibilidad global y la misión atenta a fronteras; la atención a la inmigración; el fomento de lo social y contracultural han sido los elementos más apoyados por los asistentes.

     Junto a ello, el Capítulo Provincial ha reservado espacio para el diálogo abierto en asamblea, algo siempre enriquecedor y necesario para calibrar bien lo que se está trabajando y optimizar todo lo posible el fruto de esa tarea. En ese tiempo, varios hermanos han expresado sus ideas y reflexiones sobre el futuro de la provincia, incluyendo diferentes aspectos de vida comunitaria y misión que se apuntan como cuestiones a tener en cuenta en el proceso de mantenimiento y mejora de las comunidades y sus actividades.

     Los sueños de los hermanos capitulares han ido así, poco a poco, tomando forma y, el siguiente paso, es el de canalizar todas esas ideas. Porque seguimos soñando, pero ahora toca diseñarlo; un proceso de análisis y síntesis para que, de los bloques aprobados como prioridades, se puedan llegar a extraer o configurar una serie de proyectos concretos que contribuyan notablemente a alcanzar ese futuro de Maristas Mediterránea en 2025.

     En este momento y con este propósito en mente, se ha combinado el trabajo personal y en grupo. En el horizonte, la búsqueda de propuestas, de proyectos retadores que giraran en torno a los bloques previamente respaldados. En un proceso similar al del sueño, se ha abordado éste del diseño: se han defendido en el espacio común las iniciativas seleccionadas -tres- por cada uno de los equipos y, a continuación, se han desplegado todas en el salón principal para facilitar su evaluación por parte de los hermanos. Tras un tiempo de reflexión, cada uno de los participantes en el Capítulo ha mostrado su adhesión a los que más les ha convencido. De entre todos los proyectos, han concitado mayor apoyo los relativos a los diferentes modelos de vinculación del laicado; los posibles compromisos sociales con la inmigración; la potenciación de obras sociales; y la definición de los distintos tipos de comunidades maristas con los que contaremos en Maristas Mediterránea.

     El conjunto de asistentes a este VI Capítulo Provincial ha afrontado la tarde apoyado en una oración mariana comunitaria -“Con María a las duras y a las maduras”- que destila, entre otros aromas, el del compromiso y el de la responsabilidad. Estos valores, importantes, han tenido especial protagonismo esta tarde, ya que llegaba la hora del proceso de elección de consejeros provinciales (seis): los hermanos llamados a liderar Maristas Mediterránea en los próximos años, personas, por tanto, muy responsables y comprometidas con la institución en nuestra Provincia.

     El método que se ha seguido en todo este proceso ha sido el propuesto por la Comisión Central y refrendado por la asamblea de capitulares: la votación se realiza a través de papeleta, por lo que el voto es secreto; se lleva a cabo de uno en uno, y para las dos primeras votaciones se exige mayoría absoluta mientras que para la tercera es suficiente con mayoría simple.

     Una vez comunicadas todos estos detalles, se ha dado un tiempo para la reflexión personal y se ha efectuado una oración de invocación al Espíritu Santo, antes de proceder definitivamente a las elecciones de los ya mencionados seis consejeros. Tras diversas votaciones, han sido elegidos como miembros del Consejo Provincial de Maristas Mediterránea los Hermanos Aureliano García, Chano Guzman, Gregorio Bartolomé Delgado, Damiano Forlani, Javier Gragera y Samuel Gómez. Este sexteto acompañará durante el próximo trienio al Hermano Provincial, Juan Carlos Fuertes, en su labor fundamental al frente del Instituto Marista en nuestra Provincia.

     Precisamente, hablando de labor, la primera tarea que ha abordado este nuevo Consejo Provincial ha sido la de nombrar un nuevo Administrador para la Provincia, puesto que han otorgado al Hermano Juan Miguel Anaya, persona sobradamente preparada y que afronta con ilusión, rigor y compromiso esta gran responsabilidad para la que ha sido designado.

     Así pues, nuestra Provincia estrena nuevo Consejo y nuevo Administrador para los próximos tres años. Por delante, un auténtico reto y una labor esencial para el devenir de todas nuestras obras en este territorio. Reconocemos y valoramos desde ya su total disposición y su completa dedicación a este equipo, ya que, tal y como expresa el propio Juan Carlos Fuertes, el Consejo Provincial “es el mejor regalo que el Capítulo le ha dado, tanto el anterior como éste que inicia su andadura”.

    Nos sumamos a esa calificación y agradecemos de antemano todo el trabajo a estos hermanos, puesto que su entrega y su servicio son un auténtico regalo. Les deseamos toda la -buena- suerte y el mayor acierto posible en el desarrollo de su actividad, puesto que de su atino en toda ella depende en parte el futuro de nuestra Provincia, una Provincia que -no obstante- construimos entre todos. La organización y gestión de la misma no es sencilla. Oramos por su buen hacer, además de que cuentan con todo nuestro apoyo y confianza para seguir edificando Maristas Mediterránea. Felicidades y adelante.