La Comunidad Internacional Mixta de La Valla 200> en Italia ha inaugurado un centro intercultural de ayuda y orientación para las personas migrantes

Maristas Mediterránea está al lado de las personas que más lo necesitan y en cualquier punto de la geografía dentro de nuestra Provincia. Así, y en concreto, la institución está presente en la ciudad italiana de Siracusa donde, coincidiendo con el arranque del nuevo año 2019, ha culminado el trabajo que está desarrollando en este lugar con la inauguración del CIAO, que son las siglas que corresponden al Centro Intercultural de Ayuda y Orientación, un espacio dirigido a atender a las personas migrantes.

     El pasado mes de enero tuvo lugar la apertura oficial de este local que ha sido especialmente habilitado para ofrecer distintas opciones y soluciones, en materia educativa, social, legal y cultural -entre otras temáticas-, a toda aquella gente no residente del país que llega a ese destino en busca de una oportunidad o, sencillamente, huyendo de las situaciones extremas que ha tenido que sufrir en su lugar de origen.

     Unas 150 personas se dieron cita en esta sede marista para arropar la puesta de largo del centro en el que trabajarán, a partir de ahora, todos los integrantes de la comunidad mixta internacional: Gabriel Bernardo da Silva, Mario Araya, H. Onorino Rota, Regina Biasibetti, H. Ricky Gomez y Rosa María Schiaffino. Todos quisieron apoyar y refrendar la labor desarrollada hasta ahora por Maristas en esta zona, avalando su integración en la sociedad siracusana y su ayuda en muchas parcelas dentro de la provincia de Siracusa, en Sicilia, que es un lugar italiano con mayor flujo de inmigración africana que llega a la isla huyendo de sus países.

     En la apertura oficial del Centro Intercultural de Ayuda y Orientación (CIAO) estuvieron presentes responsables de diversas entidades y asociaciones, religiosas o no, que se vuelcan en labores de solidaridad, atención social e integración. Junto a ellos, varias autoridades que respaldaron a Maristas: el Arzobispo de Siracusa, Monseñor Salvatore Pappalardo; el alcalde de Siracusa, Francesco Italia, y otros representantes de las instituciones locales; además del H. Claudio Begni, representando a la propia provincia Mediterránea; y otras personas que colaboran con la misión marista.

     Hoy en día, colaboran con la comunidad marista otras asociaciones, grupos y personas que ayudan a los inmigrantes, que son jóvenes titulares de protección internacional y menores extranjeros no acompañados, con el objetivo de integrarlos en la sociedad italiana. Porque la atención marista quiere ser integral, ir más allá de la recepción y acogida que ofrecen en primera instancia a personas migrantes y refugiadas a través de un techo, una comida, una cama y un médico.

     “Tras tener cubierta esa primera fase, vimos que el problema estaba en el siguiente paso: ¿cómo continuar? ¿cómo pueden aprender algo que les ayude a entender esta nueva sociedad en la que está? ¿cómo dominar otro idioma, una cultura diferente? ¿cómo llegar a ser parte del tejido social en el que se sitúa ahora? Todo eso, además de encontrar un hombro amigo, es lo que queremos aportar a través del CIAO”, ha explicado Gabriel Bernardo da Silva.

     El trabajo es ingente y el reto, muy grande. La presencia diaria marista es ‘pequeña’ pero el sentimiento y el compromiso es amplio. Tal y como ha subrayado el H. Onorino Rota, “estamos convencidos de que la fe de nosotros seis no alcanza los niveles alcanzados por el Padre Champagnat, pero si todos vosotros nos ayudáis con la oración, seguro lograremos hacer algo hermoso para los Hermanos y para Dios”.

     A través de la inauguración del Centro de acogida para los inmigrantes, los Maristas de Champagnat ponen en práctica una de las llamadas del XXII Capítulo General, que solicita “incrementar una presencia significativa entre los niños y jóvenes en los márgenes del mundo”.

     Y es que una prioridad de Maristas es cuidar a las personas y otra de los aspectos que preocupa a esta institución es la de atender a los más necesitados, estar en los lugares que precisan más apoyo. Como respuesta a la combinación de ambas cuestiones nació La Valla 200>, una serie de comunidades internacionales para un nuevo comienzo, mixtas (hermanos y laicos), que se sienten llamados a brindar un tiempo de sus vidas más allá de sus fronteras geográficas y culturales y que se caracterizan por su internacionalidad y su interculturalidad, valiosas para responder a las necesidades emergentes (más información en esta noticia de la web del Instituto).

     En el territorio que comprende la Provincia Marista Mediterránea contamos con una de esas comunidades en Italia, concretamente en la isla de Sicilia. Allí, la ciudad de Siracusa ha sido el lugar elegido (tras la invitación de Monseñor Salvatore Pappalardo, de formar en la diócesis una institución que trabaje a favor de los migrantes) para emprender una ‘aventura’ en la que, desde finales de 2016, una serie de hermanos y laicos voluntarios, ofrecen su tiempo, sus competencias y su dedicación para convertirse en un apoyo a las personas migrantes. Y tras esos dos años, todo su esfuerzo y su apuesta por Siracusa se materializa en el CIAO, que abre sus puertas de par en par para todas aquellas personas que lo necesiten. Pincha en el enlace para ver el vídeo de la inauguración del CIAO Maristi.