Nuestra misión
Nuestro carisma nos urge a estar atentos a las llamadas de nuestro tiempo, a los anhelos y preocupaciones de la gente, especialmente de los jóvenes. Los acogemos gustosamente y juntos, viviendo la fraternidad marista, nos convertimos en sembradores de esperanza. El deseo de estar con los jóvenes en sus propias situaciones nos impulsa a crear nuevas formas de educación y evangelización. Las palabras “hermana”, “hermano” expresan de manera muy rica el estilo marista de relacionarnos: una forma de relación que afirma a los otros e inspira en ellos confianza y esperanza. Así es como vivimos nuestra espiritualidad apostólica marista y como encarnamos nuestra misión: siendo hermanos y hermanas de todos los que encontramos en el camino de la vida.
“Vamos al encuentro de los jóvenes allí donde están. Somos audaces para penetrar en ambientes quizás inexplorados, donde la espera de Cristo se manifiesta en la pobreza material y espiritual.”
(Constituciones 83)
Educación
El estilo educativo marista da identidad a nuestra educación y nos caracteriza en los cinco continentes. Los rasgos que nos definen son la sencillez, el espíritu de familia, el amor al trabajo, la pedagogía de la presencia y el cariño de la Buena Madre.
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Solidaridad
La solidaridad en el Instituto es una seña de identidad propia del ADN cristiano y Marista.
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