El H. Provincial, Juan Carlos Fuertes, dirige esta carta sobre la vocación a los hermanos, laicas, laicos y jóvenes de Maristas de Mediterránea

Estamos en el mes de mayo y se acerca el final de curso. Es un tiempo que nos recuerda a María y Marcelino. Y, aprovechando todo esto, el H. Provincial, Juan Carlos Fuertes, ha querido compartir con hermanos, laicas, laicos y jóvenes algunas reflexiones y retos sobre lo que supone vivir una vocación que lo transforma todo, un escrito que ha titulado “Mañana amanecerá”, el cual representamos íntegramente a través de las imágenes de esta publicación y que se encuentra estructurado en varios bloques, que resumimos a continuación:

LLEGÓ SIN PERMISO…

“Como todas las adversidades, llegó así: de repente, sin llamar, sin pedir permiso a nadie. La pandemia de Covid-19 se extendió por el mundo hace más de un año […] Y también en nuestras familias hemos tenido experiencia de lo que ha supuesto la muerte, la enfermedad y la dificultad en este tiempo […] Todos hemos vivido la nueva y peculiar experiencia del confinamiento”.

“También la educación ha sufrido cambios significativos. Lo virtual ha entrado con fuerza en el escenario de la enseñanza […] Esto también ha afectado a las reuniones de grupos y equipos, así como al modo en que ejercemos el liderazgo y la animación”.

“Hemos vivido momentos en los que mantener la distancia era la mejor manera de expresar cercanía, y potenciar lo virtual era la mejor manera de asegurar lo presencial. Tiempos distópicos en los que las miradas sustituyeron al contacto físico para manifestar afecto […] En algunos países, como Siria y Líbano, la sanitaria es una crisis más que se agrava con la económica, política y social”.

… Y NOS REGALÓ UNA OPORTUNIDAD

“En medio de esta incertidumbre, tenemos entre nosotros -en nuestra comunidad o familia, en nuestro colegio o proyecto social- testimonios de trabajo, cercanía y compromiso. Estamos haciendo un gran esfuerzo para que nuestras obras educativas sean lugares seguros y para seguir ofreciendo una educación de calidad. Ha sido enorme la capacidad de adaptación y la creatividad […] Hemos empleado la imaginación para seguir mostrando cercanía e interés por la situación de las familias”.

“A pesar de las condiciones adversas, hemos hecho de la educación un ámbito de crecimiento personal, de aprendizaje y de acogida. El entusiasmo, la profesionalidad y la entrega de tantos educadores lo han hecho posible. Hemos mostrado en nuestras propias vidas que juntos podemos superar cualquier tipo de dificultad.¡Muchas gracias!”.

“Gracias a muchos de vosotros estamos viviendo este tiempo como una oportunidad para ir más allá de lo superficial. Yo diría que esta manera de vivir, que nos ayuda a entrar en profundidad en la vida, es vocación”.

¿QUÉ PUEDO HACER POR TI?

“Gracias a tantas personas que viven su vocación en profundidad, hoy somos diferentes […] Todos conocemos entre nosotros a personas que viven con pasión su vocación cristiana y eso les inspira para plantearse la vida desde el servicio, desde el amor, teniendo el evangelio como referencia. También algunos viven su vocación como maristas, siendo laicos o religiosos hermanos. Están enganchados al proyecto de Champagnat y a su manera de vivir la fe y la misión. Nuestra vocación es nuestra manera de contribuir al sueño de cambiar el mundo según el corazón de Dios, según la lógica del evangelio de Jesús”.

Por eso la vocación no es un estatus […] La vocación es nuestro motor, lo que nos impulsa. Es nuestra fuerza y nuestro entusiasmo. Así que entusiasmo y vocación están estrechamente unidas: el uno es señal de la existencia del otro”.

“La vocación tiene sentido en cuanto que contribuye a la misión de cambiar el mundo según el corazón de Dios. ¡Atención! Vocación no es sólo trabajo. Es la vida y todo lo que hacemos para transformar nuestra sociedad, nuestras relaciones, nuestras existencias”.

“Necesitamos toda nuestra energía para emplearla en un mundo mejor. ¿Qué puedo hacer por ti? Es lo que Jesús le dijo al ciego de Jericó (Mc 10,51) y lo que surge en cada uno de nosotros cuando dejamos que la necesidad de los otros toque nuestro corazón”.

LA VOCACIÓN GENERA VOCACIÓN

“No me cabe duda: una vida llena de sentido cuestiona, interpela y remueve. Nos lleva a preguntarnos: ¿qué voy a hacer con mi vida? Y nos lanza en búsqueda de nuestras propias respuestas”.

“De hecho, muchos de nosotros podemos reconocer que hay personas que han pasado por nuestra vida y han despertado alguna inquietud sea profesional o de estilo de vida […] En este sentido, la vocación transforma la vida de las personas porque nos ayuda a conectar con lo que realmente somos, con lo que nos da vida, con lo que nos apasiona”.

“El contexto, el ambiente también genera vocación […] Sin duda, ambientes que cultivan la creatividad y la innovación, que potencian el voluntariado o el acompañamiento de jóvenes y sus procesos de fe, que dan importancia al encuentro, a la colaboración y a la mediación, que alimentan la interioridad y la espiritualidad… activan lo mejor en nuestros niños y jóvenes y les permite cuestionarse lo que ellos pueden aportar a este mundo”.

“Por eso, nuestro esfuerzo se centra en crear ambientes (a nivel escolar, grupal, comunitario, familiar…) que generen retos y desafíos. Porque la vocación lo transforma todo”.

MARISTAS GENERADORES DE VOCACIÓN

“Entre nosotros, maristas, lo vocacional es un elemento clave […] Entendemos, por tanto, que cada uno de nosotros somos vocación. Siempre. Porque la palabra vocación se nos quedó pequeña, no es propiedad exclusiva de nadie y rompió los reducidos límites que nosotros mismos habíamos creado. Y empezó a abarcar los sueños, la pasión, nuestras mejores energías… Entonces nos dimos cuenta de que tenía que ver con toda nuestra vida -con la vida de todos y cada uno de los seres humanos-, que no se puede reducir a una función, a un trabajo o a una edad”.

“Por ello, cada uno de nosotros, que ha descubierto y discernido su vocación, ahora es el responsable de alimentarla, hacerla crecer, madurar, fortalecer. Opino que lo mejor para cuidar nuestra vocación no es protegerla, sino exponerla. Expongámonos ante la vida, ante la realidad tal cual es, y dejémonos emocionar, interpelar… transformar. Asumamos riesgos, compromisos y desafíos. Vayamos más allá de los propios límites mentales y geográficos que nos hemos acostumbrado a habitar”.

“Una de las mejores maneras de cultivar nuestra vocación es ser parte de una comunidad con otros que viven también su vocación […] En comunidad, la vocación de uno vivida en plenitud ayuda a crecer la vocación de otro”.

ALGO HA CAMBIADO

“En los últimos años hemos ido cambiando como maristas nuestra percepción de lo vocacional. Lo incluimos en el plan de acción tutorial en nuestros colegios, organizamos semanas vocacionales y jornadas de orientación. Lo vocacional es un eje transversal de nuestro proceso de GVX especialmente a partir de los 17 años. El acompañamiento es fundamental para nosotros […] En estos últimos años estamos llevando a cabo el proyecto Ser Marista Hoy que es un itinerario de discernimiento vocacional marista. Contemplamos una vinculación al carisma marista como laico a lo largo de dicho proceso. El discernimiento de la vocación de hermano lo planteamos tanto en el proyecto Ser Marista Hoy como en el itinerario de Grupos de Vida Cristiana”.

“También las comunidades de hermanos hemos ido cambiando. En nuestra provincia tenemos comunidades de hermanos. Pero también las hay formadas por hermanos y laicos en las cuales viven familias y algunos jóvenes. Hay comunidades con hermanos maristas y hermanos de La Salle. Son numerosas además las comunidades de laicos, fraternidades, grupos jóvenes…”

“En el mundo también hemos iniciado el Proyecto La Valla 200 de comunidades internacionales formadas por hermanos y laicos con una misión en las periferias de nuestro mundo. En Europa tenemos una en Siracusa trabajando con inmigrantes. En la misma línea, se inició hace unos años el Proyecto Fratelli con los hermanos de La Salle al servicio de desplazados y refugiados. En nuestra provincia hemos ido abriendo nuevas obras sociales y, últimamente, un proyecto común con los hermanos de La Salle en la comunidad de Melilla con la intención de trabajar con jóvenes inmigrantes”.

“Hemos cambiado y lo seguiremos haciendo. En nuestra provincia hemos dedicado los mejores recursos disponibles para acompañar a los jóvenes que optan por la vida de hermano y a aquellos que disciernen su vocación laical”.

“Llevamos mucho tiempo de cambio implementando iniciativas vocacionales de carisma, vida comunitaria y misión. Es nuestra manera de cambiar el mundo haciendo que lo marista sea nuestra manera de vivir el evangelio, el sueño de Dios”.

PROPUESTAS VOCACIONALES

“Hace algo más de un año visité por última vez la comunidad de Alepo (Siria) y los proyectos de los Maristas Azules. En la reunión comunitaria me pidieron que les enviara un hermano más. Yo les manifesté las dificultades que habría para ello. De todos modos, asumí ese compromiso. Lo que sucedió después no me lo podía ni imaginar. Sin que yo dijera nada a nadie, me llegaron por diversos medios cinco voluntarios para ir allí, entre hermanos y laicos. Personalmente, creo que es algo más que casualidad”.

“Esta experiencia me impresionó mucho y me ha ido acompañando en los últimos meses. Por eso, ahora me atrevo a hacer algunas propuestas vocacionales y pedir voluntarios para llevarlas a cabo… Para hermanos, para laicos y para jóvenes”.

“En esta carta he presentado lo que supone una vocación que lo transforma todo. He relatado proyectos que estamos llevando a cabo y he lanzado una serie de propuestas vocacionales. Os pido ahora que os detengáis un momento, que os podáis plantear vuestra vocación y que participéis en algunos de estos proyectos y propuestas. Somos luz para nuestros niños y jóvenes, para nuestro mundo. ¡Vivamos nuestra vocación! ¡Iluminemos!”

*Puede ser que alguien se esté planteando en este momento su vocación para ser laico o hermano. Contádnoslo también. Si es más sencillo, poneros en contacto con algún hermano o laico de vuestra ciudad…

H. Juan Carlos FuertesProvincialprovincial@maristasmediterranea.com
H. Aureliano GarcíaHermanos Hoyaurelianogm@maristasmediterranea.com
Manu GómezVida Maristacoordinadorcvm@maristasmediterranea.com
H. Chano GuzmánMisióncoordinadorcoem@maristasmediterranea.com
Arturo PérezPastoralpastoral@maristasmediterranea.com

* Un último paso sería poder compartir el fruto de tu reflexión con alguien que también haya leído la carta y haya dedicado un tiempo a trabajarla personalmente. También la puedes compartir con tu comunidad, fraternidad o grupo.