Nuestra Provincia de Maristas Mediterránea desarrolla estos días una serie de encuentros y actividades para vivir y celebrar la Pascua

Maristas Mediterránea se encuentra en plena celebración de la Semana Santa y, en diferentes puntos de la geografía española, italiana, siria y libanesa, se están llevando a cabo encuentros, retiros y otra serie de actividades relacionadas con la vivencia de este tiempo de Pascua.

Además de las cifras y ubicaciones que ya detallamos en una noticia anterior, todas estas jornadas se están desarrollado bajo una temática común que se estructura a partir del refrán que dice “Tanto va el cántaro a la fuente…”

Y, si hiciésemos caso al dicho popular, completaríamos esa frase con una segunda parte que reza: “…que termina por romperse”. Ésta es la primera idea que se viene a la cabeza; sin embargo, desde el Equipo Provincial de Pastoral (EPP) quieren darle otro enfoque a esta expresión del refranero.

Así, desde los Grupos de Vida Cristiana (GVX) de Maristas Mediterránea han propuesto cambiar el refrán y en todas las convivencia de Prepascua y Pascua están afirmando:

“TANTO VA EL CÁNTARO A LA FUENTE… ¡QUE AL FINAL SE LLENA!”

Porque junto a Él (Dios) “nunca más tendremos sed”. Porque con Él nos convertimos en fuentes para los demás. «Mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para la vida eterna» (Juan 4:14).

Así pues, y a raíz de este planteamiento, las ‘obligadas’ preguntas que surgen y que se están haciendo -y que nos hacen- nuestros jóvenes son las siguientes: ¿Quieres volverte cántaro? ¿Te apuntas a esta locura de ‘llenarse’?

Y es que, volviendo al refrán original, surge la siguiente duda: ¿qué se rompe, el cántaro o la fuente? El dicho popular se refiere al cántaro, pues hace referencia a los tiempos en que no había agua en las casas y había que ir hasta la fuente a por ella, de forma que, más tarde o más temprano, el cántaro se rompía, ya fuese por desgaste por un uso excesivo o por algún desgraciado accidente que acababa con él hecho pedazos.

A este respecto, se trata de un refrán que habla del peligro. Quien se expone con frecuencia a las situaciones de riesgo, tarde o temprano quedará atrapado en ellas. Ojo con el cántaro, que está muy lleno. Ojo con el camino, que es escarpado. Ojo con la fuente, que ya no da más…

¡Hasta que se nos rompe el cántaro!… ¡Y el agua, uf, cuánta agua que se nos fue y perdimos…! Es que por entonces eran cántaros de barro, frágil material el de aquellos recipientes…

“Sin embargo, en grupos vamos siempre a contracorriente. Aunque muchos nos digan que ‘estamos locos’ por entregar nuestro tiempo, que ya son muchos años metidos en “esta movida”, que si cuándo vamos a tomarnos unos días para descansar… Tú, yo, nosotros, no entendemos la vida sin riesgos ni entregas…”, explican desde el Equipo Provincial de Pastoral.

Según detallan desde el EPP, en GVX son más de mantener la esperanza en las personas, de querer sacar la mejor ‘agua fresca’ para compartirla, de sacar la mejor de otros, para potenciar sus dones… “Somos de mover el agua de aquí para allá, de no estancarnos, de buscar nuevos caudales, de abrir nuevos brocales, pozos, etc”.

En ese sentido, como sucede cada año, en la gran historia de estos grupos de Maristas Mediterránea se están llevando a cabo actividades que experimentan intensamente los participantes y también los catequistas y coordinadores, como parte de su proceso, como parte de su vida.

Desde el propio Equipo de Pastoral, tan sólo quieran dar las gracias por la disposición, el trabajo y el esfuerzo de todas las personas que se involucran en esta iniciativa pascual. “Estamos poniendo todo de nuestra parte para construir juntos esta Semana Santa de GVX, sabiendo que Él es la fuente donde llenar nuestro cántaro para compartir con los demás su agua fresca que nos llena de vida”, concluyen desde el EPP.

#SomosDesdeDentro