“TODOS VOSOTROS SOIS HERMANOS”

Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar maestros, porque uno solo es vuestro Maestro; y todos vosotros sois hermanos. No llaméis a nadie padre vuestro en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre: el del cielo. Ni tampoco os dejéis llamar doctores, porque uno solo es vuestro doctor: el Cristo.

El mayor entre vosotros será vuestro servidor.

(Mt. 23, 8-11)

Querido hermano, amigo y amiga:

Acabamos de estrenar un curso nuevo y, sin duda, cada uno de nosotros sentimos nuestra mochila llena de ilusiones y expectativas. Hace muy pocos días que volviste al cole o comenzaste de nuevo tu actividad en la obra social, o te reencontraste con los compañeros de tu grupo de vida cristiana, de tu comunidad, fraternidad, grupo scout o equipo de deporte. Probablemente una de las primeras cosas que te dijeron fue esta: “Estás en casa”. Este es nuestro lema para el curso 2023/2024 y así es como nos gustaría que te sintieras: en casa. ¡Bienvenido! ¡Bienvenida! Pasa, no te quedes en la puerta, siéntate en tu lugar favorito, ocupa tu puesto en la mesa de la fraternidad.

La nuestra es una casa de hermanos, una escuela-hogar que te acoge como eres y te invita a ser para los demás. El nuestro es un hogar cálido donde poder crecer al abrigo de la fraternidad. Por eso, en conexión con el lema adoptado por todas las provincias maristas de Europa, te propongo para este curso enfocar todos nuestros esfuerzos hacia una de las prioridades planteadas en nuestro último Capítulo Provincial: Expresar la fraternidad como esencia de nuestra vida comunitaria.

Hoy estas palabras de Jesús están pensadas para ti y para mí, para cada uno de los que formamos parte de la familia marista mediterránea: “Uno solo es vuestro maestro y todos vosotros sois hermanos.” Ser hermanos. Vivir como hermanos. Este es el reto en todos los ámbitos de nuestra vida provincial: comunidades, colegios, obras sociales, grupos de vida cristiana, scouts, fraternidades. Esta es nuestra vocación más genuina. “Cada familia religiosa manifiesta de forma particular algún rasgo de Jesús. La nuestra está llamada a hacer visible en la Iglesia y en el mundo el rostro de Cristo-hermano.” (Regla de Vida, nº2)

Así es que pasa, no te quedes en la puerta. Ocupa tu lugar en la mesa de la fraternidad y construiremos juntos una familia. Con humildad, pon en movimiento todos tus talentos y así estaremos en condiciones de ofrecer al mundo una visión nueva. Una esperanza. Ponte el delantal del servicio y la entrega desinteresada porque, como nos recuerda Tonino Bello, “el delantal es la única vestimenta litúrgica que usó Jesús en la última cena. No se habla allí de casullas, estolas, pluviales y amitos sino de un tosco y ordinario delantal que Jesús se puso para lavar los pies a sus apóstoles”.

Necesitamos hermanos, decía Marcelino Champagnat. En realidad, no necesitamos nada más que eso. El calor y la música de la fraternidad. O expresado de otra manera: “Se necesita poco para vivir. Pan y canto.” Así comienza el libro “Humano, más humano” de Josep María Esquirol.  El pan compartido y las palabras que palpitan nos llevan a la celebración, el amparo y el cuidado del otro. Nos acercan a lo más íntimo de nuestra esencia. La fraternidad, el amor. “Canto que cura – sigue diciendo el autor – y canto que enaltece la belleza del mundo. A veces silencioso, y a veces bajo formas discretas imprevisibles, el canto – la palabra que vibra – nos hace de cobijo y de cielo”.

Pongamos todos nuestros recursos al servicio de esta visión. Entonemos juntos un canto nuevo a la vida. Unamos nuestras voces a las del coro innumerable de todos aquellos que dedican su vida a la construcción de un mundo mejor y más fraterno. Como María, pongamos música a un Magníficat que, en todas y cada una de las lenguas del mundo, reconoce a Dios como Dios y al otro como hermano.

Un abrazo y feliz curso.

H. Aureliano García Manzanal

En Alicante, a 20 de septiembre del 2023