Los colegios de Maristas Mediterránea te invitan a formar parte de nuestra gran familia educativa y diseñar y recorrer juntos el camino de la enseñanza en un entorno que es… mucho más que aulas
¿Conoces algún Colegio Marista? ¿Sabes lo que son? Te lo resumimos en tres palabras: Son… MÁS QUE AULAS. Es complejo resumir la esencia de la experiencia que supone vivir el Proyecto Educativa Marista. Lo vamos a intentar en las siguientes líneas pero, sobre todo, queremos que tengas claro que, aunque nuestras instalaciones y recursos son importantes, nuestros centros son mucho más y estamos deseando que te acerques a una propuesta de enseñanza que, deseamos, sea la tuya para el curso 2022-2023.
Que nuestros colegios sean considerados #másqueaulas implica un trabajo y un compromiso educativo que va más allá de la excelencia académica; con su centro en la pedagogía de la presencia, ofreciendo un acompañamiento personal y cercano para atender las necesidades individuales del alumnado, en conexión con las familias, y cultivando una cultura del trabajo y del esfuerzo; además de transmitir valores y responsabilidad, tanto con nuestra sociedad como con el planeta, nuestra casa común.
Los Colegios Maristas son #másqueaulas porque en nuestros centros el alumnado es y está en el centro, siendo educado y preparado para la educación superior y para la vida. Al mismo tiempo, también es cuidado y protegido, dentro de la gran familia marista, caminando a su lado y con espacios seguros. Además, se siembra en niños, niñas y jóvenes una espiritualidad que les ayude a conocer y acercarse a Jesús para descubrirlo como modelo de felicidad en su vida.
Somos #MásQueAulas. Porque ofrecemos un espacio educativo que favorece el completo desarrollo académico y humano, como estudiante y como persona, desde la niñez y hasta la mayoría de edad, con múltiples opciones y una cuidada y profesional atención a la diversidad.
Apostamos por #MásQueAulas. Apoyamos a cada niño, niña, adolescente y joven. Los atendemos y nos adaptamos a sus necesidades; los escuchamos y avanzamos -junto a ellos y a sus familias- en la aventura de la enseñanza. Procurando su desarrollo integral: En Infantil, con la adquisición de autonomía, el desarrollo de capacidades afectivas, pautas de convivencia, formas de expresión, y habilidades de lecto-escritura, lógico-matemáticas, etc. En Primaria, con el conocimiento de la Lengua, las competencias Matemáticas y el aprendizaje de las diferentes Ciencias, Geografía, Historia… En Secundaria, con el perfeccionamiento de todo ello y el desarrollo de hábitos de trabajo individual y de equipo, de esfuerzo y de responsabilidad en el estudio, así como actitudes de confianza en sí mismo, sentido crítico, iniciativa personal, curiosidad, interés y creatividad en el aprendizaje y espíritu emprendedor. Y en Bachillerato, con una consolidación de todo lo anterior, afianzando sus conocimientos y habilidades y preparándose para las etapas vitales posteriores, ya sean por la vía de los estudios superiores o la vía profesional y laboral, adquiriendo y fortaleciendo su madurez personal y académica.
Soñamos con #MásQueAulas. Nos ilusionamos con nuestra labor de educadores, con nuestra misión para, a través de las obras educativas maristas, estar al servicio de niños y jóvenes. Abrirles las puertas de nuestros colegios, proyectos sociales y acciones de Pastoral y Solidaridad y que sirva todo ello para enriquecerles, que les aporte y les ayude a crecer, en todos los sentidos.
Construimos #MásQueAulas. Fomentamos una educación basada en nuestra triple identidad marista de la humildad, la sencillez y la modestia, con una entrega sincera por parte de nuestros trabajadores y una dedicación completa al bienestar del alumnado y sus familias. Y en el horizonte de cada clase y de cada actividad, ese proceso de crecimiento académico y de maduración humana y espiritual que pretende ayudar a niños y jóvenes a tomar la vida en sus manos y a hacerse consciente de las llamadas que va sintiendo y de las respuestas que es capaz de dar.
De principio a fin, #MásQueAulas. Primero, por una propuesta de enseñanza diferenciadora, el proyecto educativo marista que se adapta a las necesidades de las familias. Segundo, por una conexión con la sociedad, que ponga en valor todo lo que se trabaja y vive en los colegios. Y tercero, por una expansión del carisma marista como símbolo del acompañamiento que procuramos a cada persona que se acerca a nosotros.
