Noticias

Carta abierta XII

TRES IMÁGENES PARA UN ACONTECIMIENTO 25 Aniversario de la canonización de San Marcelino Champagnat “Vosotros, los que vais tras la justicia y buscáis al Señor, ¡escuchadme! Mirad la roca de la que fuisteis tallados, la cantera de la que fuisteis extraídos.” (Is.51,1) A toda la familia marista de la Provincia Mediterránea Queridos amigos y amigas: ¡hoy es un día grande para toda la familia marista! El 18 de abril de 1999, el papa Juan Pablo II canonizaba a Marcelino Champagnat y le proponía como modelo para toda la Iglesia universal. Hoy, 25 años después, la vida de este sacerdote sencillo y santo sigue inspirando a millones de personas. Hoy es un día para volver a nuestros orígenes y recordar con agradecimiento “la roca de la que hemos sido tallados”. Os propongo tres imágenes para recordar este momento y alimentarnos de él: Obras en la Basílica de San Pedro Aquella mañana del 18 de abril la plaza de San Pedro del Vaticano nos regalaba una imagen poco habitual. Toda la fachada de la Basílica estaba en obras de restauración, oculta tras una gran estructura de andamios. También la vida de San Marcelino Champagnat guarda tesoros ocultos que nos ofrecen todo un itinerario de plenitud en el seguimiento de Jesús. Os invito a seguir descubriéndolos, a seguir creciendo, a seguir construyendo con nuestras vidas un mundo más en consonancia con los sueños de Dios. 2. Una capilla en el bosque y un viejo molino El próximo año recordamos el bicentenario de la apertura de nuestra casa del Hermitage. La solidez de la roca sigue siendo la imagen inspiradora que evoca el encuentro y la fraternidad. Una roca que desafió la determinación y el entusiasmo de Champagnat y que acabó siendo transformada en casa fuerte, en hogar donde se dibujaron los sueños de una familia en expansión, en salida, en búsqueda de nuevos espacios. Es interesante contemplar las imágenes que conservamos de la evolución de nuestra casa del Hermitage a lo largo de la historia. Hay una que me resulta especialmente inspiradora y quiero compartirla hoy con vosotros: es un dibujo que muestra el entorno del Hermitage en 1824, antes de la construcción. A orillas del Gier solo había dos sencillos edificios: la capilla del bosque y un molino. Nada más. Desde ahí, desde una pequeña capilla en el bosque y un viejo molino, comienza una historia llena de vida y de nombres. Una historia que continúa. Una casa que aún está en obras, habilitando siempre nuevos espacios para que el Espíritu sople. 3. Una santidad para aquí y ahora El hermano Gabriele Andreucci, fallecido en Carmagnola hace apenas un mes, era el postulador general en 1999. Desempeñó un papel relevante en el proceso de canonización de nuestro fundador. Unas semanas antes del 18 de abril de aquel año, Lluis Serra le entrevistaba y le preguntaba: ¿Qué puede decir un santo de ayer a los jóvenes de hoy? Y el buen hermano Gabriele decía: “Las respuestas tienen que ser aquí y ahora, pero no hay ni hoy ni mañana en la santidad. La actualidad del Fundador está en su lenguaje, válido para los jóvenes y para los religiosos de hoy. La realidad de hoy se encuentra en la de ayer con sus diversas manifestaciones y modalidades; las respuestas tendremos que darlas cada uno de nosotros en nuestro tiempo.” Que San Marcelino Champagnat siga bendiciendo nuestras vidas. Que las huellas de su santidad sean visibles en cada una de nuestras comunidades, escuelas y obras sociales. H. Aureliano García Manzanal En Alicante, a 18 de abril del

Ver más

Noticias

Vidas Maravillosas

“VIDAS MARAVILLOSAS”, una reseña periódica de la vida de los hermanos que nos han precedido y con los que hemos compartido el camino. Es un proyecto que surge del Equipo Hermanos Hoy de nuestra provincia. Es un humilde recordatorio, un reconocimiento de VIDAS MARAVILLOSAS que dejaron huella en nuestros corazones. También marcaron a muchos niños y jóvenes que, como nosotros, sintieron a estos hermanos como un regalo del cielo. Es un gesto, una florecilla, una sencilla muestra de cariño. Extracto de la XI Carta Abierta del H. Aurelia García CARTA ABIERTA XI | LETTRE OUVERTE XI | LETTERA APERTA XI Españolnº 1. H. Barnaba AmiciaquíFrançaisnº 1. F. Barnaba AmiciAQUÍItalianonº 1. Fr. Barnaba

Ver más

Noticias

Champagnat, oídos atentos, corazón audaz. (Mensaje del H. Ernesto, Superior General).

Queridos Maristas de Champagnat: Este 6 de junio celebramos con alegría la fiesta de San Marcelino Champagnat. Es una importante ocasión para dar gracias por la vida y misión de nuestro Fundador y por ser beneficiarios del don del carisma Marista. Es un regalo del Espíritu, entre- gado a la Iglesia y al mundo, que nos da vida y que estamos invitados a mantenerlo vivo y a compartirlo. Somos parte de una historia institucional sorprendente. Historia que se inició con un joven sacerdote, de 27 años de edad, que fue capaz de leer los signos de los tiempos, de percibir las intuiciones del Espíritu y de ir adelante respondiendo con creatividad. En un contexto de postrevolución, al darse cuenta de las necesidades de los jóvenesde La Valla y sus alrededores, Marcelino fue confirmando la intuición que ya sentía desde el seminario de iniciar un Instituto dedicado a la educación y evangelización de la juventud, particularmente de los más vulnerables y necesitados. Marcelino, un líder que cuidaba la vida y generaba nueva vida marista La historia nos recuerda que, en los inicios del Instituto en La Valla, a Marcelino le absorbía mucho tiempo la animación de la casa de los hermanos con quienes pasaba los recreos y los ratos que le permitían las tareas de su ministerio parroquial. En cierto momento, reconoce que el tiempono era suficiente para acompañar esta comunidad naciente de religiosos educadores. De ahí que, movido por el gran afecto que sentía por sus hermanos y por la necesidad de hacerse más presente entre ellos para acompañarlos, decide irse a vivir con ellos. Cuando se lo manifestó al señor cura párroco, este no escatimó esfuerzos para disuadirlo... Marcelino sabía que al hacerse uno más entre ellos, practicando primero él lo que les decía, era el mejor medio para encariñarlos con su vocación. Así que, obtenida la autorización, dejó la casa parroquial para establecerse con los hermanos. (Cf Vida, pp. 76-77). Esta acción de nuestro Fundador nos ha marcado desde los inicios. Hemos heredado un estilo de liderazgo por el que, antes que pensar en sí mismo, pensaba primero en el proyecto que Dios le dictaba en su corazón así como en las personas y su cuidado. Marcelino vivió un servicio de liderazgo dedicado a cuidar la vida y a generar nueva vida, como indica el lema que hemos profundizado a lo largo de este Año de las Vocaciones Maristas, que iniciamos el 20 de mayo de 2022. Contamos con la experiencia de un Fundador que fue capaz de animar, acompañar y formar con entusiasmo y constancia a quienes sentían la llamada de Dios para vivir la vocación Marista. En los momentos de crisis, que no faltaron, fue capaz de ir adelante mostrando su total confianza en Dios y en María, nuestra Buena Madre. Recordemos que, hace poco más de 200 años, entre los años 1819 y 1822 se vivió un tiempo de crisis y de resurgir vocacional. Marcelino continuaba atento a las intuiciones que el Espíritu le dictaba en su corazón y, aun cuando había situaciones de dificultad, de contradicción e incluso de bloqueos, él fue capaz de seguir adelante con gran fe y confianza, gracias a sus oídos atentos y a su corazón audaz. Siempre recordaba y reconocía que este Instituto no era su obra, sinoobra de Dios y de María. Esta experiencia histórica es un don para nosotros y nos inspira en nuestros días. Vivimos momentos difíciles, tanto en el Instituto y en la Iglesia, como en el mundo. Estamos invitados a poner nuestra máxima atención para percibir las intuiciones del Espíritu e ir adelante, como lo hizo Marcelino. Para ello es necesario continuar profundizando la interioridad y espiritualidad, de manera personal y como grupo. Las Constituciones nos recuerdan que, “en la meditación, cultivamos el silencio interior que nos permite escuchar a Dios en lo más hondo de nosotros mismos” (Const. 48). Marcelino, como líder, cuidaba la vida tanto de los hermanos como de los niños y jóvenes que atendía en la misión. Promovía el cuidado de las comunidades y de las escuelas que se fundaron. Ponía especial atención a los enfermos, así como a los niños y jóvenes vulnerables que encontraba. Su entrega incansable generaba entusiasmo y compromiso en las personas que se encontraban con él. A través de su testimonio y acción fue capaz de generar nueva vida. El Año de las Vocaciones Maristas A lo largo de este Año de las Vocaciones Maristas, se han organizado diversas actividades en las Provincias y Distritos para fomentar el cuidado de la vida marista y para generar nueva vida marista. Se han realizado diversos programas de formación permanente para hermanos de todas las edades. Se continúa llevando a cabo el fórum internacional de la vocación marista laical cuya etapa presencial se realizó en Roma, en noviembre del año pasado, con una excelente participación de hermanos y laicos maristas. Se continúan generando diversos tipos de conexión y redes para animar la vida y la misión maristas. Se ha reflexionado sobre la manera de acompañar a la juventud de hoy y, en línea con una cultura vocacional, se busca apoyar la búsqueda vocacional de cada uno poniendo una atención particular en quienes sienten la vocación marista. Todo esto con el objetivo de “redescubrir la pasión original que nos inspiró a ser maristas” y que nos lleva a proclamar “¡Vale la pena ser marista hoy!” Agradezco a los Secretariados de Hermanos Hoy y de Laicos su labor de animación a lo largo de este año, así como a todos los equipos y personas de las Provincias y Distritos que se han comprometido a llevar a cabo las actividades vocacionales. Continuemos haciendo equipo, compartiendo ideas y actividades, de manera que sigamos apoyándonos unos a otros. La invitación es a que, tras concluir en el día de hoy este Año de las Vocaciones Maristas, le demos continuidad. Seguir con entusiasmo y energía cuidando la vida y buscando las mejores maneras para generar nueva vida marista. Poner atención en cuidar nuestra vocación personal y la de los demás, es la mejor manera para generar nueva vida, de lo contrario, difícilmente se generará algo. Vivir la misión con creatividad y pasión Creemos que el don del carisma marista sigue vivo y actual en nuestros tiempos, y estamos invitados a adaptarlo a los tiempos actuales. Continuemos abiertos a las intuiciones que el Espíritu nos está dictando, en el contexto actual y a través de los signos de los tiempos que vivimos. No tengamos miedo de acoger la novedad, así como de cambiar y transformar aquello que sea necesario, tanto en la manera de vivir nuestra vocación como en la forma de llevar a cabo nuestra misión. Los jóvenes nos esperan como testigos vivos de Jesús, transparentes y cercanos. Estamos invitados a continuar nuestra misión entre los jóvenes con pasión y creatividad, buscando hacer de cada uno de nuestros centros educativos y sociales un hogar de luz que cuida la vida y genera nueva vida. Estamos llamados a continuar con entusiasmo y entrega este sueño y esta fraternidad de Champagnat, al servicio de los más necesitados, como hoy encontramos en tantos niños que sufren las necesidades emergentes de la guerra, la postpandemia, la pérdida de sentido de la vida, la carencia de escuelas, la desconexión, etc. En manos de María Encomendamos la vida y misión de nuestro Instituto a María, Nuestra Buena Madre. Ella nos sigue inspirando: “Fiel al nombre que llevas, deja que María inspire y modele tu espiritualidad” (Regla de Vida, 28). Ella fue capaz de descubrir en su interior la presencia de Dios y de reflejarla en la vida coti- diana, sintiéndose fortalecida sobre todo en los momentos de incertidumbre y de dolor. Como Maristas de Champagnat, María nos anima, nos inspira y nos hace sentir su presencia cercana. Recordemos que “esta es su obra”, como tantas veces nos lo repitió San Marcelino. Sintamos la cercanía de San Marcelino, que sigue vivo hoy en cada uno de nosotros, inspirándonos con sus oídos atentos y su corazón audaz. ¡Feliz fiesta de San

Ver más