Un sentimiento de conmoción inunda la Provincia Marista Mediterránea tras el devastador paso de la DANA por la Comunidad Valenciana (especialmente en las comarcas de La Ribera y L’Horta) y otros puntos de las regiones de Murcia y Castilla-La Mancha). Las lluvias torrenciales y las inundaciones han causado estragos, dejando hasta el momento más de 200 muertos y muchos centenares de desaparecidos. Los equipos de rescate trabajan incansablemente para localizar a las personas aún no encontradas.
Junto a ello, se contabilizan por miles quienes acumulan grandes pérdidas en sus casas, vehículos, comercios, empresas, etc… Muchas familias han tenido que abandonar sus hogares y los suministros básicos de agua y luz no están disponibles. Asimismo, las infraestructuras de transporte han sufrido fuertes daños, provocado incomunicaciones y dificultado las labores de ayuda y rescate por todas partes.
La familia marista está volcada con las personas afectadas por esta dramática situación. Asimismo, las comunidades educativas de Maristas Algemesí y del Hogar Champagnat de la Fundación Marcelino Champagnat en Torrente se han visto directamente afectadas con importantes daños en sus viviendas o teniendo que realizar jornadas ininterrumpidas de varios días para atender a los menores residentes.
Muchos lugares han quedado inutilizados por las crecidas y desbordamientos de ríos, arroyos… Estos puntos, en estado de emergencia, han sido declarados zona catastrófica. Autoridades locales, regionales y nacionales están centradas en atender las necesidades, se han movilizado efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) para ayudar en las labores de rescate, evacuación y limpieza y se han habilitado albergues temporales para las personas que han perdido sus casas o no pueden regresar a ellas por los daños.
Pero sobre todo, y ante todo, se cuentan por miles las personas voluntarias que se están volcando con la ayuda a la ciudadanía. Y la familia marista está entre todas ellas. A través de la Fundación Marcelino Champagnat y los colegios maristas de la zona: Valencia, Cullera, Denia y Algemesí están protagonizando y canalizando diversas acciones de solidaridad en estos momentos tan duros.
“Al haber tenido la suerte de non estar tan afectados, hemos abierto el nuestro colegio y lo hemos puesto a la disponibilidad de las necesidades que está habiendo el pueblo, dejando libre el patio para que las unidades militares de emergencia pueden aparcar y tener toda gestión operativa de la zona”, cuenta el H. Chano Guzmán Moriana, director del Colegio Maristas Algemesí.
El colegio, que se encuentra cerca del río Magro -que se desbordó- funciona también como almacén de las donaciones que se están recibiendo desde toda España y que, gracias a la infinita solidaridad ciudadana, ha tenido que pedir que cesen ahora porque las instalaciones están repletas. “En la comunidad somos seis hermanos y estamos todos estamos perfectamente y muy implicados en la labor de servicio que se está haciendo ahora para atender a los voluntarios que vienen y para dignificar la situación de la zona”, destaca el H. Chano.
Grupos de educadores, estudiantes y otras personas de nuestra familia marista se han movilizado y acudido como patrullas de voluntarios a ayudar en cualquier tarea que resultase útil: achicar agua, retirar barro y escombros, proveer de alimentos y agua potable, desbloquear calles, acompañar a niños o mayores, etc…
Muchas otras obras educativas maristas de nuestra Provincia Mediterránea (Alicante, Badajoz, Cartagena, etc), a través de las áreas de Pastoral y Solidaridad, están llevando a cabo iniciativas de apoyo humano y material, impulsando campañas de emergencia solidaria y habilitándose como puntos de entrega de los enseres solicitados.
Asimismo, se han divulgado campañas solidarias de otras instituciones y entidades, caso de las iniciativas de Mensajeros de la Paz o de Cáritas Parroquiales, activas para la recogidas de donaciones y aportaciones económicas. Todo ello para seguir mostrando, desde el espíritu de nuestra misión marista, la implicación y compromiso que se requieren ante este desastre.
Estamos todos unidos en oración ante esta catástrofe y coordinados para responder a esta necesidad humanitaria. Como Maristas, donde la solidaridad juega un papel fundamental, nos situamos al lado de quienes sufren el dolor de esta tragedia y nos necesitan. Acompañamos a todas estas personas con nuestras manos, para ayudarlas, y nuestro corazón, para solidarizarnos.
Toda ayuda es poca. Para colaborar, visita nuestra web y nuestras redes sociales.
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