H. Joaquín Ferragud Masiá

21 octubre, 1943. Algemesi (Valencia)
02 marzo, 2023. Cartagena (Murcia).

1943: nace en Algemesi (Valencia). Hijo de Joaquín y Vicenta.

1963: en septiembre ingresa al juniorado de Sigüenza (Guadalajara).

1964: inicia su noviciado en Sigüenza. Un año más tarde hace su 1ª profesión.

1967: Guardamar será su primer destino como Prefecto.

1969: Alicante será su primer colegio.

1970: profesión perpetua en Los Molinos (Madrid).

1971 - 1986: varios destinos: Guardamar, Denia, Murcia, Cartagena, Valencia ocupando distintos cargos: profesor, deportes, estudiante…

2001: Año de formación en Cochabamba (Bolivia).

2002: Torrente. Ayudando y conviviendo con HH mayores.

2003-2013: en Guardamar. Colaborando en la casa de convivencias y acogida de grupos.

2013: Marcha a Cartagena (Residencia de HH. Mayores).

02 Marzo 2023: El Señor lo llamó en Cartagena a la edad de 79 años de edad y 57 de vida religiosa marista.

El HERMANO

Joaquín nació en tierras valencianas, siendo el tercero de seis hermanos en una familia de profundas convicciones religiosas. Desde pequeño, demostró una sensibilidad especial, un espíritu generoso y una fe inquebrantable. Su madre, dedicada al hogar, y su padre, agricultor, le inculcaron valores de trabajo, humildad y servicio. Su tío José Ferragud, sacerdote, fue una influencia clave en su vida espiritual.
Su vocación marista brotó temprano. A los diez años, ya sentía la llamada, aunque su madre le pidió esperar. Fue un niño observador, detallista, con una gran capacidad de entrega y esfuerzo. Ingresó en el juniorado de Llinás del Vallés a los 14 años y, aunque su formación estuvo marcada por la dolorosa pérdida de su madre, encontró refugio en la fe y en los valores que su familia le había inculcado.
Dotado de gran destreza manual y amor por el deporte, Joaquín no solo destacó en sus estudios, sino que también en su capacidad para crear lazos de amistad sinceros y duraderos. Tenía un carácter afable, cercano y siempre dispuesto a ayudar a los demás. Sin embargo, en 1960 recibió la difícil noticia de que debía abandonar el seminario. Este revés no hizo mella en su vocación; al contrario, reafirmó su compromiso con su sueño.
Tras un tiempo de estudios y trabajo en Valencia, su anhelo de ser marista no disminuyó. En 1963, con la guía del H. Teófilo Martínez, ingresó en el postulantado en Guadalajara. Un año después, en Sigüenza, realizó su noviciado. El 8 de septiembre de 1965, festividad de la Natividad de Nuestra Señora, hizo su primera profesión religiosa, cumpliendo su sueño con humildad y gratitud.
En el escolasticado de Segorbe, se integró plenamente en la comunidad. Su carisma y su capacidad de empatía lo hicieron querido por sus compañeros. Era un hombre cercano, de trato sencillo y profundo, siempre con una palabra de ánimo y un gesto de generosidad. Durante su formación, cultivó su pasión por la enseñanza, convencido de que educar era un acto de amor y servicio.
Joaquín fue un ejemplo de perseverancia y entrega. Su vida estuvo marcada por su devoción a Dios, su amor por la comunidad y su inagotable espíritu de servicio. Su legado vive en aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlo, en cada gesto de bondad, en cada enseñanza compartida y en la profunda huella que dejó en quienes caminaron a su lado.

... HACIENDO MEMORIA

En septiembre de 1965, Joaquín fue destinado al juniorado de Guardamar como prefecto y profesor de juniores. Bajo la dirección del H. José María Romero, con quien cultivó una relación de respeto y afecto, dedicó tres años a acompañar a sesenta niños de entre 11 y 13 años. Su carácter cercano y su generosidad se reflejaron en su entrega diaria, guiándolos en su crecimiento, transmitiéndoles valores humanos y cristianos, y fomentando el respeto, la disciplina y la superación personal. No solo era un maestro, sino también un escucha, un motivador, y alguien que inspiraba confianza, haciendo que sus alumnos se sintieran valorados y comprendidos.
A partir de ese momento y hasta 2002, Joaquín desempeñó su labor como educador marista en diferentes colegios de la Provincia de Levante. Su etapa más larga fue en Valencia (1986-2001), donde enseñó a niños de 3.º y 4.º de Primaria. Aunque al principio le resultó un reto adaptarse a los más pequeños, pronto esa etapa se convirtió en una de las más felices de su vida. Su dedicación y su espíritu colaborativo le ganaron el cariño de alumnos y compañeros. Era un maestro cercano, paciente y siempre dispuesto a ayudar, ya fuera en el aula o acompañando a un Hermano enfermo en el hospital. Sus enseñanzas no solo incluían ciencias y matemáticas, sino también actividades manuales, decoración y artesanía, dejando su huella con su creatividad y esmero. Su entusiasmo era contagioso, y siempre encontraba formas de hacer que el aprendizaje fuera significativo y ameno para sus alumnos.
En 2002, sin responsabilidades docentes, Joaquín vivió entre Torrente y Guardamar, compartiendo su tiempo con Hermanos mayores y ocupándose de diversas tareas en la casa y la finca. A pesar de sus limitaciones físicas y altibajos emocionales, nunca dejó de ser servicial. Se encargaba del mantenimiento, acompañaba a los Hermanos a consultas médicas y visitas familiares, y cuidaba la finca con dedicación, mostrando que su vocación era incansable. En cada acción y gesto de ayuda se reflejaba su amor por el servicio y su profundo sentido de comunidad.
Joaquín fue un ejemplo de entrega y generosidad, viviendo su fe con sencillez y autenticidad. Su presencia transmitía paz y confianza, y su vida, marcada por el amor al servicio, fue un testimonio de los dones que Dios le dio para servir a los demás. Su legado perdura en cada alumno que formó, en cada Hermano que acompañó y en cada acto de bondad que sembró a lo largo de su camino.

La última etapa de su vida, entre 2013 y 2023, transcurrió en Cartagena, donde fue trasladada la comunidad de Hermanos mayores. Durante los primeros años, Joaquín fue una figura clave en la comunidad por su espíritu de servicio y su trato fraternal. Siempre dispuesto a ayudar, ejercía de chófer para trasladar a los Hermanos a Murcia o acompañarlos en largos viajes a Burgos y el País Vasco. A pesar de sus molestias en la espalda, nada lo detenía cuando se trataba de servir a los demás.
En la vida cotidiana, asumía aquellas tareas que otros, por edad o salud, no podían realizar. Durante siete años, fue secretario de las reuniones comunitarias y el encargado de gestionar la ITV y el mantenimiento de los coches. Cuidaba con esmero cada detalle del hogar, sintiéndose un verdadero "hijo de la casa".
La enfermedad y el sufrimiento formaron parte de su vida, convirtiéndose en oportunidades de crecimiento personal y espiritual. Desde pequeño, tras padecer polio, quedó con una ligera cojera. Enfrentó varias intervenciones quirúrgicas en la rodilla, el estómago y la columna vertebral, siempre con serenidad y sin quejas. Incluso en sus últimos meses, ocultaba sus dolencias a su hermano médico para no preocuparlo. Su vida fue testimonio de entrega, fortaleza y amor incondicional, reflejando los valores que guiaron su existencia hasta el final.

TODO A JESÚS POR MARÍA, TODO A MARÍA PARA JESÚS

Scroll al inicio
Maristas Mediterránea
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.